
El invierno está apunto de llegar y el gris reaparece con más fuerza que nunca. Para muchas el gris es sinónimo de looks sin vida o apagados pero nada más lejos de la realidad. El gris es un color que nos aporta una notable elegancia y además hace un maridaje perfecto con un sinfín de tonos neutros, desde rosas, celestes, marinos, topos, camel, vainillas ...hasta el clásico burdeos. Se adapta al día o la noche y no se ve condicionado por la ocasión, pues resulta perfecto en cualquier circunstancia.